Memories & Blood


CHAPTER II


-Hay algo que no entiendo- comenzó a decir Anthony después de haber estado callado mientras Mily leía a gusto y Dylan veía unas fotografías demasiado viejas. Al percatarse de que nadie se había interesado, prosiguió - Cuando supimos que estaban aquí, te lo tomaste tan a la ligera que veníamos caminando como simples mortales...
Dylan captó lo que quería decir, lo miró por unos segundos para volver a las fotografías de ese enorme libro que guardaba Mily.
  -¿A qué te refieres? preguntó Mily cerrando su libro.
  -Que es como si Dylan estuviera seguro de que esta vez no escaparán- dijo sin dejar de ver al techo, estando cómodamente acostado en el sofá.
  -¿Es así Dylan?- Mily miró fijamente a Dylan, éste a su vez alzó la mirada en busca de la de su hermano quien seguía perdido en el techo.
  -Intuición vampírica- dijo para luego intentar continuar con sus fotos, pero Mily no lo dejó, le arrancó el libro de las manos con una rapidez que solamente pudieron sentir la brisa que su velocidad producía, común en vampiros - ¿Qué quieres?
  - Quiero que me digas la verdad.
  -Está bien- se levantó del sillón, caminó un poco cerca de donde se encontraba Anthony quien había fijado la mirada en él- digamos que me aseguré de que terminaran mudándose aquí.
 -Ok- Anthony se levantó, con inmensas ganas de reírse en la cara de su hermano- si pudieras hacer eso, ya hubiéramos acabado con esa familia desde hace mucho.
  -Tal vez no quiera matarlas y ya, tal vez quiera hacer algo grande- Levantó las manos en señal de grandeza- algo que las haga pagar por todo.
-Creo que la muerte y la extinción de esa familia es más que suficiente- tras haber escuchado semejante barbaridad de su hermano, Dylan trató de contener la cólera que aumentaba al saber que su hermano veía de diferente forma la venganza.
-¿Y dejar que no  sientan el dolor y el sufrimiento que causaron al matar la mayor parte de los vampiros más poderosos, de los primeros?-  sintió esas inmensas ganas de cortarle el cuello, la ira palpitaba todo su ser mientras veía a su hermano, tan sereno.
Anthony suspiró, miró a Mily quien se había desinteresado del enfrentamiento para concentrarse en sus  pensamientos, ignorante de la pelea que se desataba en la misma habitación
 -Eso ya está pagado ¿recuerdas? Tú mismo juntaste un grupo considerable de vampiros  y lograste entrar a una de tantas zonas de cazadores, justo donde se encontraba esa familia, y mataste a todos los niños que se topaban en tu camino, haciendo que sus padres vieran el proceso- Dylan sonrió para sus adentros, recordar aquello lo llenaba de satisfacción. Casi pudo jurar que estaba saboreando la sangre del último niño en sus brazos.
 -Hay algo más…
Anthony no podía evitar seguir dudando, que Dylan tuviera un odio insaciable hacia una familia de cazadores que había existido y que hace unos años se encontraron sucesores, daba a entender algo más atroz, algo tan fuerte que le hubieran causado para desatar a la bestia interior.
 -No puedo creer que no te acuerdes-Mily dejó de cavilar, se incorporó y caminó seductoramente hasta Dylan para acariciarle la mejilla, fría y lisa mejilla- ¿Recuerdas a Scarlett?
Comprendió de inmediato, esos vagos recuerdos  de Dylan enamorado y luchando contra todo por ella.
 -Scarlett…
Susurró Dylan.
  -¿Ellos la mataron?
  -La mataron y quemaron haciendo que Dylan lo viera y no pudiera hacer nada. Tú estabas rescatando a los demás vampiros, pero no entiendo por qué- volteó a ver a Dylan- tu hermano jamás te dijo.
  -Me dijiste que se había hartado y huido- miraba perplejo a su hermano ¿por qué le había mentido?  ¿Tanto era su dolor que recordarlo lo mataba? ¿Se sentía mejor diciendo que no lo quería?
  -¿Y qué querías? ¿Qué te dijera que murió por mi culpa? ¿Qué miré como su cuerpo se consumía por las llamas? Escuché sus gritos, y no pude hacer nada.
 Le era sorprendente todo lo que acababa de escuchar, jamás había visto tan dolido y con cierto brillo sentimental a su hermano. Ahora entendía completamente y haría lo que fuera por ayudarlo a sanar esa herida.

***

Había logrado mantener cerrados los ojos toda la noche, aunque le había sido difícil por la luz, por poca que fuese le molestaba. Necesitaba algo más para poder descansar, una simple cama ya no le satisfacía. Abrió los ojos y se asustó, ver su rostro fugazmente lo estremeció y pensó cansado que era un aviso, sí, seguramente quería algo más. ¿Por qué no lo dejaba en paz? Él no había querido esto, era horrible y ya no había vuelta atrás.
Salió al patio, apenas comenzaba a verse el amanecer, una combinación de negro con rojo lo cubría.
 -Veo que lo has logrado.
-No quiero hacerlo- dijo sin más- es insoportable estar junto a las personas sin sentir la necesidad de morderlas y alimentarse de ellas.
-Te acostumbrarás.
-¿Para qué la quieres? ¿Por qué yo?
-Tu error fue ser la persona más confiable para ella.
Desapareció, sus palabras se quedaron taladrando su mente, no podía seguir con eso, no sabiendo que implica a la persona que ama, no.

***
Despertó sudando frío, había muerto en sus sueños, y lo sentía tan real que el miedo estaba apoderado de ella,
 -¿Otra pesadilla?- Cristal estaba en la puerta mirándola con un vaso de agua en la mano.
 -¿Crees que algún día desaparezcan?
 -No lo sé, has visto a muchos psicólogos y todos ellos han querido meterte a un manicomio.
 -No me lo recuerdes, tengo suerte de tener a unos tíos tan considerados.
 -Una vez les dijeron que era posible que tus sueños fueran recuerdos de vidas pasadas ¿crees en eso?
 -No creo en la reencarnación. Solamente tengo sueños locos, solo eso.
Suspiró tratando de controlar la respiración y de calmar a su pobre corazón. Giró a su derecha y notó que André no estaba a su lado.
-Está haciendo el desayuno, me debes una explicación- le tendió el vaso con agua para después salir de la habitación. Sin  duda su hermana estaba molesta, pero no la haría cambiar de opinión.

***
  -Tú y yo sabemos que no es la primera vez. Creo que ya es suficiente.
  -Tú no dirás hasta cuando es suficiente- soltó Dylan sin ocultar su desagrado por el comentario de Mily.
  -¿Quieres que Anthony se entere?
 Con una velocidad impresionante, Dylan acorraló a Mily apretándole el cuello con furia.
  -No intentes chantajearme, o verás de lo que puedo ser capaz y de lo poco que me importa tu existencia- la soltó dejando que respirara cortamente, la miró por unos segundos, sabiendo que había captado ante aquella mirada asustada que desprendía Mily- Ahora, si te importa…- señaló la puerta mientras que con la otra mano ojeaba un libro.
Mily se dispuso a salir de la habitación indignada.
Dylan sabía que haber recurrido a Mily solamente había sido un atajo para recuperar el hogar que desde hace años le había pertenecido, sólo sería cuestión de tiempo para hacer desaparecer a Mily, en cuanto ya no la necesitase, la eliminaría de su vista.

***
Anthony sabe que su hermano planea algo más allá de todo el odio acumulado, hay algo de esa familia que él desconoce y necesita desesperadamente saber. ¿Los libros tendrán algo sobre eso? ¿Cabe la posibilidad de que algún vampiro lo haya plasmado?
   -­Cómo desearía poder saber lo que piensas- Dylan se le acercaba lentamente, con un vaso en la mano y unas enormes ganas de fastidiarlo- lástima que no podemos leer la mente de otro vampiro, sería mucho más fácil acabar con los conspiradores ¿no crees?
   -No todos los vampiros son iguales- bajó la mirada recordando  a todos los vampiros que creyó que estaban de su lado y que tuvo que matar por conspirar contra ellos, contra su hermano.
   -Pero al parecer la mayoría, sí. Es como si atacar a otros vampiros estuviera de moda ¿Y los cazadores?
   -Los cazadores son simples mortales guiados por la religión.
   -Qué va, de todas formas servían para mantenerme entretenido, lástima que se hayan  extinto- soltó un largo suspiro.
   -Hablando de todo esto, de casualidad  ¿sabes en dónde se encuentran los libros?  Lo último que recuerdo es que tú te quedaste con ellos después del incendio.
   -Si quisiera verte entre las llamas, te lo diría.
   -¿De qué hablas?  ¿Por qué habría de arder?
Anthony sintió una angustia totalmente nueva en él, después de aquella batalla, sentía que Dylan le había ocultado infinidad de cosas.
     -Esos libros corren peligro, si te dijera su ubicación sería como echarte a los perros. Por así decirlo- tomó un poco del líquido de su vaso.
   Ya no tenía ganas de seguir preguntando, sabía que Dylan no le diría más, y no especialmente para protegerlo, no. Simplemente ya no confiaba en él después de que estuvo a punto de apuñalarlo por la espalda. Aún se preguntaba por qué Dylan había decidido olvidar aquello y seguir con la mentira de la hermandad de hierro.

***

   -Bueno, ya estamos aquí. Me pediste que no le dijera nada a mi hermana ¿por qué?
Hacía frío, le era extraño que André le pidiera que se vieran en la entrada del parque después del trabajo. Pudo engañar a Cristal diciéndole que visitaría a André ya que a Cristal no le gusta el parque de noche. Ahora, esperaba una respuesta de su novio.
   -Quería poder ver esos lindos ojos raros a la luz de la luna- su voz sonaba temblorosa, algo nerviosa.
   -¿Sí?, no sé, te noto algo raro ¿Estás bien?
André no podía esperar más, sabía que tenía que decirle algo a pesar de las posibles consecuencias que surgirían, pero…¡Moría de hambre!
  -Es posible que muera.
  -¿Qué?
La preocupación la invadió por completo.
  -Lo siento mucho. No quise hacerlo…
  -¿Hacer qué?- Megan veía demasiado pálido a André, sudaba y le temblaban los dientes.. De repente la banca le resultó demasiado pequeña e incómoda, quería irse de allí- Mejor vámonos-  intentó levantarse pero André la agarró del brazo con rapidez y una fuerza demasiado sobrenaturales- ¡Me estás lastimando!
La soltó haciéndola hacerse hacia atrás
   -¿Qué rayos está pasando?
 No podía más, no, su cuerpo se lo pedía a gritos. Se levantó decidido, le importaba un comino lo que aquél hombre le había advertido. Sintió los colmillos crecer dentro de su boca y el hambre aumentar al máximo. Vio el miedo en la mirada de Megan, él igual estaba aterrado, pero tenía que comprenderlo, si no lo hacía ahorita, moriría.
   -No sé cómo he podido aguantar todo este tiempo a tu lado ¡Tu olor me mata!
La agarró del cuello y se preguntó por qué Megan no había corrido. Seguramente por amor. Abrió su boca al mismo tiempo que comenzaba a sentir un extraño orgasmo en todo su cuerpo, llegando a la meseta cuando sus colmillos penetraron la piel y comenzó a saborear aquella sangre que tanto deseaba ese hombre.
No supo de dónde habían provenido los golpes y la fuerza, pero terminó azotado en el suelo con un dolor irresistible
   -¡Te lo advertí maldito infeliz!
Sí, era él. Ahora sufriría las consecuencias.
   -¿Por qué? ¿Por qué me desobedeciste?
Su cuerpo había cambiado de lugar, ahora se encontraba acorralado entre un árbol y ese hombre sujetándolo de los hombros.
    -Tú me convertiste en esto. No pude evitarlo.
El hombre suspiró, tenía ganas de matarlo, pero…
    -Te dejaré vivir, pero tienes que hacer una última cosa.
Después de detallarle el encargo, lo soltó, golpeó y dejó a un lado para volverse a donde se encontraba la mujer tirada y desmayada.
    -¿Quieres que la mate?
Anthony caminaba despreocupadamente hacia su hermano, había visto todo, Ahora comprendía algunas cosas, pero seguían faltándole piezas.
    -No…
    -¿No? Pero se supone que ese era nuestro plan  ¿O acaso tienes otro en mente? Lo único que te queda es matarlas y terminar con esto.
 Dylan no hizo caso, se arrodilló y miró concentrado a la mujer.
   -Mátala.
 Tanto tiempo sin tenerla cerca, sin poder apreciar esa belleza tan única en ella.
   -Mátala.
  Anthony, desesperado y frustrado, se acercó decidido a matarla, pero su hermano se interpuso.
   -¡Mátala!
  -¡No lo haré!- le temblaban los labios de tanta furia corriendo por sus venas.
Quiso esquivarlo, haciendo que Dylan lo agarrara y lo azotara, Anthony vio los ojos rojos de su hermano, las venas sobresalientes de su rostro y los colmillos listos para morderlo si era necesario. ¿Por qué no la mataba? ¿Por qué peleaba contra él solo para proteger  a una simple humana?

  -No quiero que te acerques, no quiero matarte…





CHAPTER I



La oscuridad, como siempre era su acompañante. La soledad su cobijo y su hermano...

  -¡Basta Dylan!- gritó, pero Dylan pareció no escucharlo y siguió mordiendo a aquél hombre que había visto caminar solo por la carretera desde hace unos kilómetros atrás,
  -Hay que alimentarnos, hermanito- se levantó, echó el cuerpo sl bosque, vio cómo el cadáver se ocultaba entre tanta hierba, se limpió la boca y le sonrió a su hermano- vamos Anthony ¿piensas acabar con la familia Offerman así? ¿sin alimentarte sanamente?
  -Sigamos, nos falta mucho por recorrer- comenzó a caminar, queriendo disfrutar del paisaje. Dylan caminaba a unos metros detrás de él, pensando en la eternidad que le faltaba por vivir.
  -Sabes-comenzó a decir Dylan-  cada vez que nos acercamos a esa asquerosa familia, desaparecen.
  -Lo sé, llevo tiempo pensando en eso.
  -¿Habrá alguien que les informe?
  -Nadie más sabe de esto, nadie que no sea como nosotros. 
  -Eso significa que tenemos un traidor.
  -Un muy buen traidor, Dylan. 
Los dos hermanos siguieron su camino sin dejar de procesar aquella angustia que los mantenía entretenidos.

***

A primera hora de la mañana, Megan y Cristal tomaban cajas del camión de mudanzas, de nuevo tendrían hogar.  Un automóvil se estacionó frente a la casa, André llegaba dispuesto a ayudar a su novia a mudarse.
  -Veo que necesitan ayuda.
  -Sí, los de la mudanza son unos flojos- comentó Cristal que traía una enorme caja. Sin pensarlo dos veces, André se ofreció a llevar esa caja por ella a lo que Cristal aceptó de inmediato para luego entrar a la casa, en donde encontrarían a Megan sentada en el piso, mirando fotografías que había encontrado en una de tantas cajas que ya se habían acumulado en la sala.
  -¿ Tan pocas fotos tenemos de ellos?
  -Solamente los conociste tres años de tu vida, yo 5 y ya no los recuerdo.
  -Yo sí- André se sentó a lado de su novia a mirar todas las fotografías.
  -Qué raro- dijo curioso- tus padres tienen ojos de color y los tuyos cada vez se ven más negros.
  -Carezco de hermosura ocular- bromeó Megan- Cristal es la única que se parece a ellos. No sólo en los ojos, diría que en casi todo.

Después de desempacar la mitad, decidieron tomar un descanso, salir a come y tomar cerveza de camino al concierto.
  -No puedo creer que al momento de escoger la ciudad, HIM anunciara concierto aquí.
Cristal sonríe emocionada.
  -Parece como si nos hubiéramos puesto de acuerdo.
  -Aunque convencerme no fue tan fácil- André recordó aquél día en el que su novia había llegado a su casa al enterarse de que sus padres habían muerto en un accidente, lo encontró acostado en el patio trasero, mirando las estrellas esperando a que sus lágrimas se extinguirán silenciosamente.
  -Los tres necesitábamos un cambio..- sin terminar la oración, Megan se acercó a su novio que miraba el camino para no chocar y lo besó en la mejilla, haciendo que su hermana volteara a otro lado, sabiendo que después de ese beso, llegarían más. 

***
Después de un largo rato, Dylan comenzó a adelantarse, dejando atrás a su hermano quien desde un principio de la caminada, había tomado la delantera. Su ansiedad por más sangre lo hacía idear un plan, lo que lo llevó a recordar a una persona.
  -¡Hey!- gritó Anthony al ver que su hermano estaba tomando otro camino- ¿a dónde vas? es para el otro lado. Genio.
  -Primero necesitamos visitar a una vieja amiga- dijo sin dejar de caminar, haciendo que su hermano tuviera que seguirlo.
  -¿De quien hablas? hace siglos que dejamos las amistades.
  -Exacto, por eso dije vieja,.Genio.
  -¿Quién podría estar en esta ciudad? 
  -te sorprendería saber cuántos vampiros pueden andar observándonos.
  - ¿Al menos sabes en dónde puede estar?
  - No tarda en decirnos, ya sabe que estamos aquí.



Su vestido rojo le hacía resaltar su piel pálida, como si fuera una muñeca de porcelana. Esos labios carnosos, de color escarlata llamaban la atención de Dylan con ganas de besarlos para saborear la sangre que había quedado en  ellos. 
  -Tardaste en acordarte de mi-  se sentó enfrente de ellos mientras su esclavo les ofrecía un poco de vodka en las rocas.
  - Sabes a lo que vengo, no tengo tiempo de andar recordando a todas las personas que me he tomado en tantos años.
  -Oh- suelta insultada-  veo que solamente soy una "conocida", nada más.
  - ¿Aún lo dudas?- sus miradas ardían en recuerdos sensuales que los unían.
  -Bueno- interrumpió Anthony - ¿podrías ofrecernos un techo? 
  -Directo al grano, no has cambiado en nada Anthony- Mily sonrío, tomó un poco de vino y chasqueó los dedos para que su esclavo volviera- preparales dos habitaciones- y éste se retiró de inmediato.
  -Sólo un par de días- prosiguió Anthony.
  -¿En serio crees que te llevará solamente "un par de días"? ¿tan seguro estás? Pensé que Dylan es solamente así, pero, de tí me sorprende.
  -Son sólo dos jóvenes, inútiles..., nada que no podamos.
  -Descienden de una familia de cazadores...
  -Extinta- agregó Dylan dejando el vaso  en la mesita a su lado y posó sus codos en las rodillas encorvando un poco su espalda- no tienen ni idea de eso Mily, sólo las mataremos y ya.
  -Sé que tu plan es acabar con esa familia desde hace siglos. La venganza te mantiene vivo ¿verdad?
  -La venganza me mantiene cuerdo- corrigió para luego levantarse- si no te importa, nos retiraremos. Descansa.

Anthony se levantó rápidamente, agradeció la bebida y se fue detrás de su hermano. Sus habitaciones eran elegantes, adornadas al estilo siglo XVIII, tal como le gustaba a Mily y obviamente a Dylan.


***


El concierto dura dos horas, al salir un poco mareados por el alcohol comienzan la búsqueda del auto, que de tantos ya no recuerdan en dónde lo estacionaron, caminan los tres abrazados, felices y con la adrenalina intacta, deseosos de retener esa experiencia por siempre y que, al recordarla, volver a sentir aquella sensación que experimentaron. 
  -Tardaremos mucho en encontrarlo.
  -¿Por qué no usas las llaves para encontrarlo?- sugirió Cristal quien ya tenía ganas de volver a casa y descansar.
  -Cierto, vaya que me atonté- apretó uno de los botones de la llave y dieron con él, estaban a tan sólo 4 coches del suyo. 

Estaban a punto de irse del estacionamiento cuando a lo lejos escucharon unos gritos que al principio no les hicieron caso hasta que vieron  a varias personas correr asustadas.
  -¿Qué rayos...?
  -No hay que salir del auto- dijo Cristal agarrando del hombro a su hermana quien había pensado en hacerlo para averiguar algo. 
  -¡Nos vamos de aquí ahora mismo!- André arrancó y entre tanta gente y autos lograron alejarse.
Por unos segundos, calles antes de llegar a su casa rompieron el silencio y el miedo.
  -De seguro fue un borracho.
  -Sí, se ponen locos- trató de argumentar lo que André quería decir.
  -Por ese tipo de personas hacen quedar mal al género musical.
  -Así es la sociedad.



  -Vaya que si nos dimos un gran susto- dijo André para luego perderse por unos segundos en la mirada de Megan- Vaya, no sé si sea porque estoy medio ebrio, pero tus ojos están más negros.
  -Tal vez sea la luz del farol- lo abrazó haciendo que éste se recargara más en el auto, no supo si debía decir algo o solamente abrazarla, así que optó por hacer lo segundo.
  -Te protegeré Megan. pase lo que pase, siempre estaré a tu lado- hundió su cabeza en el hombro de ella, oliendo su aroma, deseando lo que no podía obtener.
  - Creo que es mejor que entres ya.
  -¿Qué?
  -Sí, ya no te quedarás en un hotel, es ilógico,  vinimos juntos, nos quedamos juntos.
  -Pero tu hermana no lo aceptará.
  -Creo que ya soy bastante mayor como para tomar mis decisiones, además, lo que pagas en el hotel nos servirá para lo indispensable aquí- sonrió para después besarlo.
  - En la mañana conseguí trabajo- dijo por fin André, lo que desde hace horas quería soltar.
  -¿En serio?- lo volvió a abrazar alegre.
  - seré repartidor de comida italiana, pero..
  -Es perfecto- le interrumpió- cualquier trabajo es honrado y perfecto.
Sus besos los hacían desaparecer de la realidad, encerrarse los dos para disfrutarse mutuamente.

*** 


Dylan caminaba tranquilamente, avanzaba por el largo pasillo hasta toparse con su hermano.
  -¿En dónde estabas?
  -Sólo anunciaba mi visita- sonrió maliciosamente, Anthony pudo notar una pequeña mancha de sangre en el cuello de su camisa blanca mientras Dylan la desabotonaba- será mejor que busques algo para taparte los odios- dijo para luego meterse a la habitación de Mily.
Anthony se quedó mirando el piso, sabía que había llegado la hora de alimentarse, pero odiaba hacerlo, odiaba quitar la vida para mantener la suya, se mordió el labio haciendo que escurriera sangre de él y saboreó para mantener unas cuantas horas más su hambre.

1 comentario:

  1. Hola.

    Sigue tan perfecta esta historia aunque pude notar que le has cambiado muchas cosas pero que sin duda la han mejorar. ¡Sigue así!

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